El sulforafano presente en las crudíferas inhibe la replicación del SARS-CoV-2, según un nuevo estudio. De todos es sabido que las vigas más robustas del esqueleto de nuestra salud las cimentan las frutas y las verduras, cargadas de vitaminas, minerales y antioxidantes. Uno de ellos es el sulforafano, una sustancia química presente en las verduras de hoja verde que puede prevenir y tratar la Covid-19 y otras enfermedades respiratorias, pues es capaz de frenar el crecimiento de algunos coronavirus, entre ellos el SARS-CoV-2 o el de la influenza, responsable de la gripe y el resfriado común. Así lo confirma una nueva investigación publicada hace unos días en la revista científica «Nature Communications Biology» y dirigida por investigadores del Johns Hopkins Children’s Center.
«El sulforafano es un fitoquímico que pertenece al grupo de los isotiocianatos y cuyo precursor, la glucorifanina, se encuentra en las verduras crucíferas, como el brócoli, la col en sus diferentes variedades, las coles de Bruselas y la coliflor», explica Miguel Civera, miembro del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
En análisis previos ya se había descubierto que el sulforafano posee propiedades para prevenir el cáncer y las infecciones al interferir con ciertos procesos celulares, pero la gran novedad de ahora es que este compuesto también es capaz de inhibir la replicación del SARS-CoV-2 y otros coronavirus. «Su posible efecto beneficioso sobre la Covid-19 radicaría en la activación del gen NrF2 que modularía la inflamación y favorecería la reparación celular disminuyendo la gravedad. Por otro lado, el sulforafano inhibe el factor nuclear kappa B y el inflamasoma NLRP3 disminuyendo la posibilidad de “tormenta” de citoquinas que en ocasiones produce esta infección. Además, también ha demostrado actividad antiviral directa inhibiendo la replicación in vitro de cuatro cepas de SARS-CoV-2», detalla Civera.
El brócoli «pertenece a la familia de las crucíferas y resulta especialmente rica en vitaminas y en minerales, por lo que se trata de un alimento imprescindible en una dieta variada y saludable para cualquier tipo de persona», asegura la dietista-nutricionista Noelia Talavera.
Entre los beneficios que aporta este alimento destaca el hecho de que, «con apenas una ración de 200 gramos de brócoli es posible cubrir las necesidades diarias que tenemos de vitamina C, sin pasar por alto que también es muy rico en ácido fólico y en otros compuestos como la vitamina A. Y en contraposición se caracteriza por tener un contenido muy bajo en calorías y en carbohidratos», detalla Talavera, quien destaca que «esa suma de factores hace que el brócoli y las verduras de esta familia resulten muy buenas para reducir los niveles de colesterol, bajar el riesgo de anemia, mejorar la hipertensión y prevenir el estreñimiento, gracias a su alto contenido en fibra».
Sin embargo, tampoco hay que pasarse con el brócoli, ya que «el consumo excesivo de crucíferas, por su alto contenido en isotiocianatos, que son sustancias bociógenas (interfieren en la utilización del yodo por el organismo), puede resultar perjudicial en personas con bajas ingestas de yodo», asegura Civera, quien hace hincapié en que «en personas que toman cantidades suficientes de yodo el consumo razonable de estas verduras no supone ningún problema para la salud».
En cualquier caso, ya sea para frenar la Covid-19 o para hacer frente a los posibles catarros, lo cierto es que comer brócoli siempre es una buena opción, sobre todo por su versatilidad en la cocina, pues puede cocinarse al vapor, en el horno, salteado o como un ingrediente más en un puré.